11/04/2023

Se trata de una evolución del violín clásico que conocemos actualmente y surgió a partir de la necesidad de aumentar la potencia para adaptarse a espacios más grandes. La técnica y forma de tocar contribuyó a cambiar una de las principales características del violín barroco: las cuerdas de tripa.

¿Cuáles son las diferencias entre un violín barroco y uno moderno? 

En el violín barroco el mango es más corto y ancho que en los modernos, de modo que la vibración de las cuerdas tiene una amplitud menor. Además, el mástil del violín barroco está sujeto al violín por clavos que previamente eran puestos en fuego para penetrar la madera sin fisurarla.

Si nos centramos en la zona del diapasón, este es más fino y ligeramente más delgado que el de un violín clásico. En sus inicios se elaboraba con madera de boj, hasta que a partir del siglo XVIII se empezó a fabricar de ébano.

Por otro lado, los violines barrocos tienen cuerdas de tripa, que se elaboraban hace muchos siglos con tripa de borrego, recubriendo las más gruesas con filamentos de plata para aumentar su grosor. Este tipo de cuerdas otorga un sonido natural muy cálido y particular, aunque son inestables ante los cambios de temperatura y humedad, de modo que se desafinan con más facilidad que los violines actuales.

En cuanto al puente, su altura era inferior a la del modelo actual, cosa que generaba una menor tensión de las cuerdas. Así se explica la habitual presencia de acordes y otros recursos similares en la música barroca. Esto también significa que su interpretación era más sencilla que en violines actuales.

Si nos adentrásemos en el interior de las tapas, observaríamos que la barra armónica barroca es más corta y delgada en el violín barroco, de la misma forma el alma también es más fino. Por último, antiguamente se afinaba a 415Hz, mientras que actualmente se hace a 442Hz, medio tono por encima.

Arcos diferentes, música distinta

También los arcos actuales tienen diferencias con los arcos barrocos. Inicialmente estos se curvaban hacia fuera, igual que los arcos utilizados en la arquería, y no fue hasta el siglo XIX que se perfecciona su elaboración gracias al trabajo de François Xavier Tourte, que mediante el uso de la madera de Pernambuco les dio la forma característica que ha llegado hasta nuestros días. 

Pese a que el esta madera llegaba a Francia desde Brasil para fabricar tintura textil, pronto se descubrió que poseía la combinación perfecta de fuerza, resistencia, peso y belleza para hacer arcos. Así es como se construyen actualmente.

Todas estas diferencias técnicas nos hacen intuir lo que ya imaginamos: la manera de tocar el violín barroco también es distinta. Hasta 1740, el violín se tocaba apoyado en el pecho o la cadera. Lo cierto es que es una posición algo incómoda si la comparamos con la actual, pero hay que tener en cuenta que la música barroca, que destacaba por su virtuosismo, así lo requería. 
 

Fue precisamente en 1740 cuando Geminiani implantó la la colocación sobre la clavícula que ha llegado hasta nuestros días. Se trata de un momento crucial para la música instrumental barroca, ya que por primera vez en la historia de la música se iguala en importancia con la vocal con el violín como protagonista.

Sin duda, las diferencias entre un violín barroco y un violín moderno son muchas. En Luthier Vidal podrás encontrar un amplio catálogo de ambos tipos de violín. ¡Visítanos para descubrir nuestros instrumentos musicales!

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